Técnica para coordinación pies y brazos Flamenco
Normalmente, mis alumnas son capaces de aprender y memorizar marcajes y escobillas sin problemas. Pero a menudo, me encuentro con que la mayor dificultad que tienen viene a la hora de coordinar brazos y pies, y eso es algo normal además de común.
Es cierto que puede llegar a ser muy complicado gestionar nuestros brazos mientras estamos totalmente sumergidas en lo que estamos haciendo con los pies, porque al final nuestra concentración está enfocada a los golpes que tenemos que ejecutar, con que parte del pie tenemos que golpear y que soniquete hemos de reproducir.
Como imaginareis no es poco en lo que tenemos que pensar. Pero como todo o casi todo en esta vida se consigue a base de voluntad, perseverancia, trabajo, y por supuesto sin dejarnos vencer ante las dificultades que nos vamos encontrando. Es por eso que en las clases de flamenco es necesario, además de trabajar técnicas simples de pies o de brazos, unirlas para practicar así la coordinación y hay muchísimas formas de hacerlo.
Hoy mis chicas van a practicar esta coordinación mediante un completo ejercicio de técnica de pies en el que trabajaran también su equilibrio y en el que van a introducir brazos que no van a ir exactamente en concordancia. Se trata de una práctica en la que vamos a jugar con plantas, puntas y tacones mientras que al mismo tiempo trabajaremos con los brazos y lo haremos sobre un compás de fandango, es decir, de tres por cuatro(3/4) donde el acento se sitúa en el primero de los tres tiempos.
Vamos a hacer cuatro secuencias distintas que se van a repetir cuatro veces cada una y en la que los brazos van a ser los mismos en todas. Comenzaríamos con planta- tacón izquierdo y dos tacones adelante con derecho que irán intercalados con dos tacones izquierdos (sin contar la primera planta- tacón) y este se repetirá dos veces con cada pie. Mientras tanto nuestros brazos van a ir delante, más o menos a la altura de nuestro ombligo.
La mayor dificultad desde mi punto de vista, es aguantar el brazo cuando cambiamos de pie, ya que los brazos se mantienen en la misma posición durante dos compases y eso significa que debe permanecer en la misma posición tanto si estamos trabajando con pie derecho como si lo hacemos con izquierdo. A todo esto se suma la complicación de que cada vez que hemos acabado las cuatros repeticiones de una secuencia, los pies varían ligeramente, así que debemos también estar atentas a dichos cambios.
En la segunda serie se mantiene la primera planta-tacón (esto pasa en todas las secuencias) y lo que varia es que en vez de hacer dos tacones delante, ejecutamos dos puntas detrás con la misma dinámica (intercalándolas con el tacón contrario).
En la tercera unimos las dos primeras, es decir, haríamos un tacón delante y una punta detrás, en ese orden.
Y en la última haríamos lo mismo que en la tercera pero a la inversa, comenzando primero con punta atrás y después tacón adelante.
No es un ejercicio fácil porque requiere muchísima concentración y de nuevo mis alumnas lo han conseguido, estoy muy orgullosa de ellas porque este grupo de iniciación lleva muy poquito tiempo, comenzaron de cero y ahora tiene un ritmo de trabajo buenísimo, ver su rápida evolución me hace sentir, como siempre, súper feliz .
¡Desde aquí las felicito y les digo, seguir así chicas, vais a conseguir grandes cosas!
Mireia.