Las Tonás, Deblas, Martinetes Flamenco

Hace poco conocimos un poquito los romances  y hablamos también de las tonás. Hoy me gustaría centrarme en una serie de cantes que pertenecen a este palo tan antiguo como son martinetes, deblas y temporeras.

Comenzare hablando del martinete, que fue considerado como palo flamenco en 1922, momento en que  tuvo lugar el Concurso de Cante Jondo de Granada y que fue clave para  que los cantaores profesionales las comenzaran a incluir en sus repertorios. Sus orígenes se sitúan en el barrio de Triana. Algunos flamencólogos apuntan que el nombre de martinete proviene de los martillos que se utilizaban para construir.

Estos tenían un gran tamaño, eran de metal  y se usaban para clavar estacas en el suelo, aunque también hay indicios de que el nombre de martinete podría estar relacionado con los fuelles gemelos que se utilizaban en las fraguas, horno donde los herreros trabajaban  el metal a altas temperaturas. Se cree que fueron los gitanos quienes dieron vida a los martinetes cuando entonaban estas tonás en los ratos de ocio que pasaban en las tabernas  o incluso mientras esperaban que el hierro se calentara con el fuego en las fraguas, de ahí que conozcamos también estos cantes como “cantes de fragua”. Los martinetes  se interpretaban a palo seco, aunque es cierto que marcaban el compás a ritmo de martillo, es decir con golpes que se daban sobre el yunque y que proporcionaban ese sonido “metálico”.  Para interpretar estos cantes eran necesarias grandes facultades  por parte del cantaor debido a la su dificultad. Sus letras son serias, desgarradoras y con contenido mayoritariamente triste, sus coplas están formadas por cuatro versos octosílabos y en opinión de algunos autores  había libertad interpretativa, con lo cual para ellos no eran más improvisaciones.

La carcelera es un palo que tiene muchas similitudes con el martinete diferenciándose básicamente en las letras, ya que como su nombre indica sus letras nos hablan sobre la cárcel y las condenas o los trabajos forzados. Hay que destacar que no solo se hablaba de la privacidad de libertad de estos en las carceleras sino que esos temas ya eran narrados en algunas tonás Poco sabemos de la historia y el origen de las carceleras pero todo apunta a que sus comienzos están relacionados con el Penal de Santa María, que era una famosa prisión ubicada en el puerto de Santa María en la provincia de Cádiz y que actualmente su uso se limita a eventos culturales. En este penal fue  donde se protagonizo una letra de carcelera que dice:

Mejor quisiera estar muerto
Que preso p ato mi vía
En este penal del Puerto
Puerto de Santa María
Centinela, centinela,
Tú tuviste la culpita
que pase la noche en vela.
A dónde irá aquel barquito
que va por la mar serena.
Unos dicen que a Almería y
Otros que pa Cartagena.
Barquito de vela que viene de
Cádiz por esa bahía,
y no llega al puerto y no llega
al puerto,
Puerto de Santa María. Puerto
De Santa María.

Para finalizar el grupo de las tonás  haremos mención a la debla, que al igual que la carcelera tiene muchas similitudes con el martinete aunque varía la estructura que es un poco más amplia. Cierto es, que estos cantes  tuvieron bastante popularidad a mediados del siglo XIX, aunque hoy no sabemos mucho sobre ellos. En caló significa diosa y se cree que el nombre de este palo puede proceder de ahí o del apellido de un cantaor que la ejecutaba, aunque hay estudiosos que definen la palabra debla con el significado de mírala. Los orígenes de la debla siguen siendo muy confusos, ya que hay varias especulaciones sobre su historia y sobre como la hemos  conocido hoy día. Se cree que comenzó siendo una toná con aires religiosos pero no está confirmado, lo que sabemos con seguridad es que su copla está formada por cuatro versos octosílabos y no se ajusta a un compás determinado y sus letras expresaban dolor ante las injusticias el encarcelamiento, lo duros que eran los trabajos etc.