Segunda Sevillana

En este video estamos bailando la segunda sevillana. Como ya sabréis hay diferentes maneras de bailarlas  y yo  me decanto por aflamencarlas porque en mi opinión darles ese pellizquito  las embellece muchísimo y  es por eso que en mis clases  las alumnas se las están aprendiendo de este modo.

La  estructura que utilizamos es prácticamente la misma que la de las sevillanas convencionales  aunque con algunos cambios que le dan a este baile ese puntito  que tanto nos recuerda al más puro flamenco. Las pasadas las realizamos siempre de la misma manera, es decir, dando un golpe detrás, un paso hacia delante, levantando la pierna que ha dado el golpe y por último dando los tres pasos que van marcando los tiempos para que cuando hayamos hecho el cambio de posición sigamos bailando en el momento correcto. De ahí que yo siempre le de tanta importancia a las pasadas, creo que cruzarse simplemente sin hacer los pasos correspondientes puede llevar  a las alumnas a perderse y no saber en qué momento tienen que comenzar a bailar después de haber cambiado de sitio.

Soy muy pesada con eso aunque  sé que a las alumnas que estén leyendo este artículo les voy a sacar una sonrisa por esos momentos de “¡piso, saco, levanto, uno, dos y tres!” Que tanto repito en clase.  Normalmente este es un baile que se realiza con largos y preciosos vestidos y eso implica que no se nos vean los pies pero no por eso debemos olvidarnos de ellos. Es cierto que lo que más llama la atención cuando bailamos sevillanas  son los brazos y el cuerpo pero soy de las que piensa que para lograr que estos movimientos se vean limpios y bonitos  tenemos  que comenzar por adoptar una buena  colocación de cintura para abajo y de pies.

Por ejemplo, en el momento que levantamos la pierna cuando hacemos una pasada, tenemos que prestar atención a la rodilla y a la  punta del pie para que no se nos vaya hacia arriba sino hacia abajo. Y esto hablando de las pasadas, pero en general hay que habituarse a que las puntas vayan hacia abajo si levantamos la pierna y hacia fuera cuando ejecutamos los pasos, ya que hay tendencia a que los pies se metan hacia dentro y eso es algo que tenemos que intentar que no ocurra para que nuestra colocación sea la correcta.

 Volviendo a la manera de bailarlas os diré que  realmente la diferencia entre nuestras sevillanas y las convencionales es mínima. Por ejemplo, nosotras lo que hacemos es cambiar los pasos que deben darse hacia atrás por golpes, algunos brazos y el cruce completo del último tercio que también lleva su toque flamenco. Para mí lo más importante de las sevillanas es llevarlas a tiempo, que se vean bonitas y sobretodo disfrutarlas!