Técnica de pies Flamenco
En este video las alumnas de iniciación al flamenco de Gornazo están trabajando una tabla de pies sencilla y lo primero que debemos saber es que postura corporal adoptar.
Nuestra espalda tiene que estar, como siempre, recta, los hombros abajo y las rodillas ligeramente flexionadas. Es muy importante colocarnos de este modo ya que al flexionar las rodillas evitaremos lesiones, tendremos más fuerza a la hora de zapatear, más margen de reacción y no se nos verá “botar”. Cuando estamos por ejemplo en la parte de la escobilla de un baile (momento dedicado exclusivamente a crear diferentes ritmos con los pies) o como yo siempre digo, a hacer música con los pies, hay que tener en cuenta también el resto de nuestro cuerpo para que el conjunto se vea limpio. Para eso debemos ejercer la fuerza desde atrás, es decir no levantar las rodillas hacia arriba cuando vayamos a ejecutar un golpe, sino hacerlo desde detrás e intentar que no se mueva todo nuestro cuerpo mientras lo hacemos.
Pegar botes mientras zapeamos es algo antiestético, por eso mantenernos firmes y que no se nos vea saltar es imprescindible para crear un momento mágico en el que nuestros pies son los protagonistas, hay que intentar no llamar la atención con nuestro cuerpo y eso se consigue practicando mucho y flexionando las rodillas.
No es necesario dar golpes excesivamente fuertes, es mejor buscar la ligereza ya que eso nos va a permitir coger rapidez para crear bonitos sonidos de gran variedad y llenos matices. Nosotras en este caso estamos trabajando una tabla de pies a tiempo de doce, con lo que podríamos incorporar estas secuencias por ejemplo en unas alegrías o bulerías. La intención de este ejercicio es trabajar los tacones, plantas, puntas y golpes sencillos marcando los acentos del compás.
Nuestros pies trabajan como un instrumento de percusión ya que según con que parte del pie golpeemos o con que fuerza y rapidez tenemos la capacidad de crear tonos muy distintos formando así sonidos con infinidad de combinaciones que harán de nuestro baile un conjunto maravilloso para la vista i al oído. De hecho no se usan exclusivamente dentro de un baile en una escobilla o en un remante, sino que también puede haber partes de un espectáculo dedicadas únicamente al trabajo de pies a la que se le llama solo de pies. Esta parte puede ir acompañada de palmas o cajón que van marcando el compás, o se puede realizar sin ningún tipo de acompañamiento instrumental, donde la única música que escucharemos será la que crea el bailaor/a con su zapateado.
En flamenco trabajar los pies es igual de importante que trabajar el cuerpo, por eso este tipo de ejercicios son muy comunes en mis clases, a mis alumnas les encanta practicarlos y a mi ver su evolución porque cada vez son más capaces de interpretar bonitas melodías utilizando como instrumento simplemente sus pies.
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